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domingo

romanticismo fugaz

La oscuridad lo envolvió todo, y supo que cuando volviese la luz, todo habría cambiado a peor. Ese todo no se refería ni a personas, ni a situaciones o a circunstancias, ni siquiera a posibilidades; ese todo era un todo con cada una de sus letras clamando por la plenitud. El cambio, que afectaría a cada una de las alternativas que hubiese tomado y también las que tomase en el futuro, era consecuencia de una decisión de aquel preciso instante en que el desencanto había sido el germen, y a través de él, su vida o incluso la ausencia de la misma, alcanzaría por fin un sentido. Harta de la poesía, pues un verso tan sólo era una frase que se interrumpía en el éter y una rima una absurda cacofonía -el espejismo armónico capaz de retorcer el significado final de las palabras para satisfacer deseos estilísticos-, harta de los poetas, que le resultaban peores que su obra, presumiéndose los señores de la abstracción, como si la realidad no ejerciera sobre ellos el mismo yugo que para el resto, cuando en el fondo de sus almas escribían porque no podían evitar sentir lástima de sí mismos, anhelaba Romanticismo; pero éste llevaba muerto varios siglos. Antes un hombre, un amante, podía alcanzar tal sacudida en sus sentimientos que una única noche de rechazo hacía que la sangre corriera; ella moría en sus brazos, él la enterraba y descansaba cada noche sobre su tumba, derramando lágrimas por la ausencia, nunca por la culpa, esperando que éstas pudieran despertarla para poder yacer de nuevo con ella, hundiéndose en su carne podrida, en su blanquecina osamenta. Todo aquello ya no existía, y aunque no soñaba con ser objeto de afanes necrófilos, añoraba vivir en un mundo como aquél, tan diferente de éste, tan colmado de medias tintas y amores descafeinados, en el que incluso el sexo se había convertido en una especie de rutina agradable, digna de practicar, pero en absoluto comparable con la unión sagrada de los antiguos.

Dejaba vagar su mirada por el vagón vacío. Vacío. Versos, cartas, caricias, letras vacías. La llamaban loca. En un arrebato de violencia golpeó el cristal ante la impotencia que sentía. El mundo se encaminaba hacia esa rutina y no podía hacer nada. El metro seguía avanzando en la oscuridad, alejándose de aquella terrible sensación. Contemplaba el suelo de goma, líneas que se perdían sin huella alguna que seguir. Demasiado hastío, demasiado cansancio. Su mente se estaba rebelando con más intensidad que ella, ambas parecían querer escapar de aquel tedio. A través del cristal se podía observar como por la vía contigua se aproximaba un tren, a su vez percibió como la velocidad del suyo iba aminorando hasta que quedaron detenidos uno frente a otro, en medio de la nada, envueltos en la oscuridad.

La vio, apoyada sobre la ventana, la única persona que ocupaba aquel vagón. El silencio reinante era el universo allí condensado, ellos eran el mundo. Su mano extendida sobre el cristal, cada línea la pasión oculta, cada yema un deseo. La contemplaba, transparente peinada en sus sueños, respirando la sombra que su penumbra reflejaba. Acariciaba el momento, siendo mar el horizonte, siendo arena el suelo. Bajo sus pies se deshacía el acero, huellas de encuentro que seguía con su dedo, sobre el vaho de la emoción que sentía en aquel momento. Astillando el cristal con sus manos, retumbaban en el vagón sus gritos. Entonces ella advirtió su presencia, se miraron, sonrieron. De alguna forma percibió que la vida alcanzaba un sentido. Pero al final siempre vuelve la luz e irremediablemente los trenes comienzan a moverse. Se alejan. El destino se pone en marcha y ellos ansían detenerlo.

Fue un instante, un todo. El romanticismo vivió después de muerto.

Escrito a paxas con Ninivé, a medio camino entre Málaga, la Alhambra, su mar y mi desierto.
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . Al hilo de la iniciativa de "El cuentacuentos"

Imagen: Rossonero

25 Se mojaron.

Anónimo dijo...

Lo copio y pego que os digo lo mismo a los dos jeje:

Suena a crítico, pero qué exquisitez. Me gusta cada una de las palabras que habéis escrito, la forma, el momento adecuado para ellas, que se hayan enlazado una tras otra moviendo a quien las lee, en este caso a mi, por todo el recorrido y por cada sentimiento, tanto vuestro como el de la propia historia. Un abrazo.

Anónimo dijo...

quien eres

RC

Mitch dijo...

Por un instante seria tan sencillo pretender que lo has encontrado todo o al menos a el. Pero quien es el? El que te mira fijamente a los ojos.

Sin embargo la vida te vuelve a regalar el presente del destino, y te aleja de lo que suenas, de lo que deseas y en dos segundos estas otra vez, sentada, sola viendo pasar los vagones.

Klover dijo...

Muy buenas

Pues te digo lo mismo que a Carlos: me ha gustado mucho la idea del romanticismo muerto ^^

y con la foto lo habeis bordado

Un besote

Anónimo dijo...

!!Ahora con compañero de fatigas y todo¡¡ Pues toca crítica compartida :P
Os ha quedado bien, la idea me recuerda a tu estilo pero hay cosas que no sabría decir bien si te pertenecen o no, y es que a tu compi casi no lo conozco, pero si tú escribes con él como mínimo me parece interesante.

Besos
Pd. Pásate moooooósa.

Indi dijo...

La verdad es que si que os ha quedado bien, muy bien. Hasta el punto en que no se donde acaba el uno y empieza el otro.
A ver si se repite la experiencia porque ha valido la pena ¡¡¡

Un besazo

Ricardo dijo...

Es un texto muy bello. Muy cuidado. Al igual que la idea, original.
Por lo demás, espero que el destino les tenga reservada otra cosa. Ahora mismo-que extraña es la memoria- me han traido al presente unos viejos versos que alguna vez escribí y que, con perdón de la protagonista del relato, he de dejarles:

Si traspongo las márgenes del mundo
Y me alejo de vos, y de nosotros
He de verte y de verme allá en la tierra
desde el cosmos que vos y yo soñamos

he de verme transitar calles desiertas
barrios viejos, tangos que se han ido
He de verte transcurrir aquel instante
El momento que atrapó nuestro destino

y aquí paro con el poema.

Gracias por este texto y por devolverme el recuerdo de un texto que sólo está escrito en mi memoria.

Un cariño

raizes dijo...

buscando fotos para mi blog, he encontrado este, precioso me parece lo que hay escrito. ¿quien eres? espero que me con testes en mi blog, la verdad es que me parece super bonito.

Josu Ansoleaga dijo...

uolap de nuevo Tormenta..básciamente copio y pego:

muy bien escrito, y confuso. Yo, personalemnte, necesito poner mucha atención en este tipo de escritos, pero en este subyacía una fluidez elegante y facil de seguir; palabras que conducían a más palabras. ¿Como se hace un escrito conjunto!, donde está la mano d euno y otro!?quiza yo haga alguno en el futuro con Scry, que es quien me metió en el mundillo.

pos ello, que ma gustau
hasta la proxima escritorAS/es
un saludo

Anónimo dijo...

Poniéndome literariamente los cuernos....¡¡¿te parecera bonito, no?!!
Pues sí, muy bonito señoriiíta, muy bonito.
Pero me sorprende más lo que me contabas por correo, al leerlo habría pensado lo contrario... ¡JA!

Conocerse... ¿Algún día alguien lo conseguirá?

Mmmmmmmuuu, pues no.

Don't worri.... :P Be j.

Anónimo dijo...

Uff, hay mucho romanticismo entre Málaga y la Alhambra. Pero mucho, mucho...No me extraña q dé para tal relato x)

Un saludiño por estos lares.

Anónimo dijo...

La puerta estaba abierta, y desde fuera se veía una luz inmensa recluida en un pequeño punto ante tan lóbrego espacio (que de lóbrego sólo el color, ya que la estancia es sumamente acogedora), y he decidido dar el paso y envolverme de las fragancias de tus/vuestras letras impregnándome plenamente de este escueto, pero anhelado, romanticismo.

Está pero que muy bien, cielo. Hoy, que tenía algo de tiempo, he decidido pasearme por algunos de vuestros blogs, y recordaba vagamente el talento que tiene el tuyo. Ahora me voy de aquí con un buen sabor de boca. No con querida entre mis brazos, sin vida; pero con una sonrisa de poderte dejar estas pocas letras que son las que me inspira lo que he leído hoy en tu blog.

Besos guapa!

Pugliesino dijo...

Fue la belleza del caos,de infinitos mundos,secuencias,instantes,lápices y colores,andamiajes de palabras que construían lo desconocido hasta el mismo momento en que la lectura encaja y sale.¿quién nos lo iba a decir :)? Y por supuesto como indios!! Ahí va! la pata de marisco iba en el tren! pero en cual?? :o
un beso ainnnssss xd

*me apuntaré a una academia de cojines digo ea//

Anónimo dijo...

yo te he robado algunos de tus escritos por que so0n padres y trato de enamorar a mis ex y unico amor pero no me dejas, mandamelos por correo para no seguir robandote, lerios08_@hotmail.com

V dijo...

Nunca te lo he comentado pero me habría gustado escribir contigo una historia...

¿Estudiarías la propuesta?

Confío en que sí, aunque dudo que nos quedar tan bien como esta.


Un abrazo, Dama.

Anónimo dijo...

Acabo de leer vuestro relato, te visito desde el blog de Ninive, y te acerco las palabras que os he dedicado allí:

Que manera de crear un escenario con la vida como única protagonista.
Una estación de metro, escenario donde solo se pasea la rutina y el desencanto, la parte menos agradable de la vida, el día a día mas aburrido, pero que entre los dos con vuestra magia habeis convertido en un mundo de encuentro cargado de ese romanticismo añejo ya extinto.

No me extrañan que aquellos vagones se parasen enfrentándose el uno con el otro, con estas palabras se para hasta el mundo.


Enhorabuena a ambos^^

Muchos besos!

Sara dijo...

Puede sonar a tópico, pero me he quedado tan impresionada con lo que he leído que no me salen las palabras.
Creo que los dos lo habéis dicho todo, y que cualquiera que haya leído el texto podrá entender como me siento
Perfecto, me paso a ver a Carlos....Besitos
Por cierto, me ha sido imposible distinguiros en el texto, lo que demuestra que hacéis una unión perfecta :)

Anónimo dijo...

Jo... se me ha hecho muy raro...

A ver, quiero decir que no he sido capaz de encontrar a Tormenta en el relato y tampoco a Carlos. No sé... por ejemplo, la última vez que escribí a "cuatro manos" lo hice con Jara y... aunque no cada línea porque eso es imposible, creo que sí que hay "cositas" que se sabía perfectamente de quién de las dos eran. Normalmente suelo ser capaz de dar con esas cositas, pero aquí no, aquí se me os escapáis... :P

Dejando eso a un lado, no puedo decir otra cosa que que me ha gustado mucho. La protagonista estaba cansada de la poesía, pero el relato se me antoja muy poético. ¿Acaso no lo es/era todo el Romanticismo? ;)

Un besote y mil aplausos!

Anónimo dijo...

Yo puedo decir que adivino cada palabra que ha salido de tu cabecita.

Las impresiones te las dejo por mail, y si es oportuno, las confirmarás.

Un beso, luz.

L

Juanjo Montoliu dijo...

Una colaboración de calidad, sin duda.
En la primera lectura no sospechaba que hubiera dos manos en este texto, aunque algunas frases de la segunda parte del texto me han chocado un poco.
A la segunda se aprecian más las diferencias.
Tengo que decirte que has escogido un buen compañero de camino, y espero nuevos relatos a medias en el futuro.

Enhorabuena a los dos.

Jara dijo...

un pequeño instante que deshace la rutina, que te lleva a otro sentir y te salpica el rostro de tal forma que simplemente por ese tan corto espacio del tiempo, el restante recorrido merece la pena.



Me han "liado" para que os leyera, y os lo han dicho ya en los comentarios pero es cierto que no puedo distinguir quien puso quien. Quien dejó espacios y quien letras.

Tras este cristal os he visto en un instante. Un placer y mil besos a ambos.

Anónimo dijo...

Podría escribir líneas y líneas de hermosas palabras decorando cada frase que habéis escrito, pero no lo haré, porque lo que he leído ha sido mágico. He podido imaginármelo a la perfección, increíble, sublime, cada rayo de pensamiento que habéis volcado en la historia.
Ha sido precioso y no tengo nada más que añadir.

pd. te copio lo mismo que le he puesto a ninive, porque me parece que ambos merecéis grandes aplausos ante este escrito

Angeles dijo...

Y es que el romanticismo pareciera nacer en momentos fugaces e incorporeos... y de pronto improlongables...

Mi abrazo!

Laura Luna dijo...

Increíble. Cuando se hace un relato que transcurre en un metro se acaba cayendo en los tópicos del amor a primera vista o en los encuentros eróticos. Sin embargo, vosotros habéis ido más allá, y habéis dotado a un encuentro fortuito de toda esa magia que sabéis poner en un relato. El amor es lo que hace que resucitemos (no sólo el Romanticismo), y así lo habéis expresado. La única pega que encuentro en este relato es la longitud de las frases. Creo que en esta ocasión habéis abusado un poco de ellas, y eso ha dificultado un poco la lectura, al menos para mí, que he tenido que leerlo dos veces para entenderlo :$ Pero quitando eso, el texto está muy bien :D
Besitos a ambos,
Mun
PD: El mismo comentario va para los dos ;)

El Peregryno dijo...

Mejor no haberlo sabido Tormenta, pasásteis por éstos lares hace poco y yo acabo de aterrizar hace dos días; lástima no coincidir y compartir algunas reflexiones, vino o sangre de vampiros.
La próxima, imperdonable ;)