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lunes

(sin título)

November_by_lucias_tears

Brotaba pintura de entre sus dedos, tiñendo el agua color escarlata, como si fuera sangre. La tela pasaba varias horas de cocción sumergida en el tinte hasta que adquiría la tonalidad adecuada; después se aclaraba en la corriente del río. Morgause tenía las manos rojas, más que por el colorante, por el agua helada. Apenas faltaba medía hora para el crepúsculo y una brisa inquieta y fría avivaba las ramas de los árboles. La pequeña cabaña se hallaba enclavada en el claro de un bosque junto al lecho de un riachuelo cuyo cauce lo atravesaba de este a oeste; a su lado había un pequeño huerto y un cobertizo que hacía las veces de establo.

Un pájaro negro y enorme se posó en el hombro de Morgause.

-¡Maíz! ¡Maíz!- graznó el cuervo.

-Tranquilo muchacho aún no es la hora de cenar…

-¿Maíz?- el pájaro la miró a los ojos y ella sonrió indulgente. Echó a andar hacía la casa mientras se secaba las manos con el delantal. Era una mujer menuda y delgada, de facciones alargadas y grandes ojos oscuros. Su rasgo más destacable era su espesa melena cobriza; brillante y sedosa, relumbraba como el fuego.

El cuervo de un salto voló hasta el alfeizar de la ventana. Antes de entrar, los ojos de Morgause se detuvieron en el sendero que se abría hacía el bosque -“Alguien se acerca”- pensó. Ya dentro, puso algunas verduras a hervir en la lumbre y se adecentó un poco; cepilló su largo cabello, se quito el delantal y se echó el manto encima, disponiéndose a recibir al visitante. Apenas unos instantes después escuchó el eco de los cascos de un caballo por el camino, sin duda precedido por su jinete. Salió a recibirlo.

Apareció entonces un hombre rubicundo y recio, asiendo de las riendas un percherón bruno. Su rostro aún juvenil manifestaba la fatiga del viaje, aunque esbozaba una sonrisa.

-O sois un majadero o muy osado; estos caminos son intransitables en esta época. No esperaba visitas hasta la primavera.

La voz de la mujer resonó en la extensión desarbolada, alta y cristalina.

-Tal vez sea un necio señora, pero la necesidad obliga- bramó el hombre- Morgause… tenéis buen aspecto.

Ella asintió, complacida.

-Ocupaos de vuestro caballo y entrad, me temo que ésta noche necesitaréis cobijo.- dicho esto Morgause cruzó el umbral. Momentos después el hombre la encontró avivando el fuego y removiendo un guiso que le hizo la boca agua. Se sentó en un banco junto al hogar mientras la mujer servía el caldo humeante en unas escudillas; puso un puñado de granos de maíz sobre la mesa, y fue a sentarse junto a él.

-¿Todavía no os habéis desecho de ese pájaro de mal agüero? Con razón se dice que sois bruja. - Rió.

Morgause que soplaba el ardiente líquido, contestó sin apenas levantar los ojos.

-Lo que se diga o se deje de decir no es cosa que me concierna. Y ahora decidme, Jacobo ¿A qué habéis venido?

Dispuesto a beber, el hombre paró en seco su movimiento, y la miró extrañado.

-Morgause, ¿Qué mal os he hecho para que me tratéis con tanta frialdad? Si durante todos estos años no he regresado, fue en atención a vuestras súplicas. Esperaba que el tiempo os hubiera ablandado un poco el corazón…

Morgause escuchó clavando la vista en las llamas, invadida por recuerdos de tiempos pasados. Frente aquel mismo fuego, un invierno años atrás, su corazón había mostrado pruebas de debilidad ante aquel hombre. Un amor cuyo significado en su vida se había revelado meses después de su partida, sembrando de dudas una voluntad que desde muy niña se había manifestado férrea. De forma inflexible había rechazado sus proposiciones de matrimonio, rehusando agachar la cabeza ante un varón. Le agradaba la idea de tenerlo como amante, pero la determinación de aquel muchacho era sólida, y la elección de ella no lo fue menos: nunca renunciaría a su libertad. Además de sus caricias, Morgause tan sólo añoraba una cosa, aún a riesgo de escandalizar a su antiguo amigo, y es que la suerte no le hubiese concedido un hijo fruto de aquellos momentos, pues eran escasas las ocasiones que le proporcionaba la existencia que había elegido.

Morgause se levantó para servirle un vaso de vino caliente y especiado.

-No creo Jacobo que hayáis venido para hablar del pasado- dijo en tono conciliador- Han transcurrido ya demasiadas estaciones, y con ellas imagino, que la vida habrá seguido su curso. Contadme pues, a qué se debe vuestra visita.

Jacobo cambió el semblante, de sobra sabía lo arduo que resultaba resistirse a la gracia de aquella mujer.

-Vengo a pediros ayuda Morgause…

Dudó por un momento, pero ella le hizo un gesto para que continuara, sonriendo ligeramente.

-Hace tres años me casé con una muchacha de la Isla de Mona, Anna- Aunque Morgause lo esperaba, tuvo que dominar un temblor.

-Ella es la razón por la que estoy aquí. –Continuó- Se cuentan tantas cosas sobre la hechicera del bosque… que insistió en que viniera. Cree que puedes ayudarnos, aunque ignora que nos conocemos.

-Una mujer inteligente la tuya, si sabe cuando ha de pedir ayuda. ¿Ha tenido algún aborto?

-No, ninguno. Jacobo respondió extrañado ante la clarividencia de la mujer.

-Bien. Existe un remedio bastante eficaz. Deberá tomarlo en infusión durante tres meses, empezando justo una semana después de la sangre lunar, y dejarlo cuando esta regrese o bien si queda en estado. Lo prepararé al amanecer.

-¿Cómo podría agradecéroslo?

Morgause, con el vaso de vino caliente en la mano, se acercó a una pequeña alacena, y mezcló algunas especias.

-No son más que hierbas que crecen por doquier, lo importante corre de vuestra cuenta Jacobo. Detuvo sus ojos en los de aquel hombre que la miraba con una especie de devoción. Y ahora, bebed- añadió- Os reconfortará.

-Sois muy amable.-Jacobo dio unos cuantos sorbos de la bebida, sintiéndose algo más tranquilo. Miró a la mujer que sonreía al fuego; los años no habían tratado mal a Morgause, si acaso la habían dotado con una belleza algo más sosegada. Por un instante fue como si el tiempo no hubiese transcurrido, y sintió deseos de suplicarle que entonara alguna canción como solía hacer en el pasado, pero el pudor le hizo cerrar la boca. Se sentía extraño, el calor de las ascuas comenzó a atontarlo, percibió el cansancio del camino. A la luz de las llamas el pálido rostro de Morgause resplandecía, sus ojos oscuros parecían carbones al rojo. El cuervo empezó a revolotear por toda la estancia mientras chillaba -¡Bebed! ¡Bebed!– Jacobo lo siguió con la mirada; batía sus enormes alas negras de modo anormalmente lento- ¡Bebed! ¡Bebed!- el vaso se le escurrió entre los dedos y cayó al suelo derramando el violáceo líquido.

-Jacobo ¿Os encontráis bien?- la expresión de Morgause no demostraba inquietud, media sonrisa se dibujaba en su boca. El cuervo posado ahora en su hombro, aleteaba sacudiendo sus formidables alas, envolviéndolo todo en una espiral de oscuridad, cubriendo sus sentidos -¡Bebed!-.Untitled_VIII_by_FaerieNymph

Un tímido rayo de sol procedente de la ventana le hería tenuemente los ojos; excepto por aquel detalle, Jacobo tuvo un dulce despertar. Se encontraba solo pero el aroma a hierba de Morgause impregnaba el lecho y toda la estancia. Se desperezó un poco y comenzó a vestirse mientras, confuso, intentaba recodar los acontecimientos de la noche.

El día, apenas nublado, era frío y ventoso. Miro al cielo intentando calcular cuando comenzaría la lluvia y si tendría tiempo para hacer el camino de regreso. Encontró a Morgause arrodillada junto al lecho del río lavando; frotaba enérgicamente, apartándose de vez en cuando los dorados mechones que rebeldes le caían en la cara. Se acercó hasta ella.

-Me alegro de que os encontréis mejor- dijo la mujer sin volverse.- Me temo que anoche no os sentó bien el vino.

-No entiendo qué me sucedió Morgause.

-Estabais agotado, cabalgasteis en una jornada lo que cualquier experto jinete hace en dos- dijo ella volviéndose al fin.-No le deis más importancia, el vino y el fuego hicieron el resto.- Tenía las mejillas sonrosadas y estaba muy hermosa.

Jacobo distinguió al cuervo parado sobre una rama cercana, observando con atención la escena. Sintió ganas de marcharse.

-¿Cómo os puedo agradecer todo lo que habéis hecho?

Ella hizo un gesto quitándole importancia.

-Tal vez algún día podáis volver con vuestro hijo.

Sus miradas se detuvieron un instante, los ojos del uno en el otro; Jacobo tuvo un estremecimiento que no supo reconocer.

-Será mejor que salgáis lo antes posible- continuó Morgause mientras sumergía de nuevo las manos en el agua- el día amenaza lluvia, y en tal caso ese percherón pasicorto que lleváis será más un incordio que una ayuda. He guardado en las alforjas el remedio para vuestra esposa y algo de agua y comida.

Jacobo fue hacia el establo y encontró al caballo ensillado y dispuesto. Subió a él, tomando la dirección del sendero. Dirigió una última mirada a la mujer que permanecía junto al río. Hizo un gesto de asentimiento, levantó la mano para despedirse, y sin más demora, azuzó a la bestia y partió a galope sin mirar atrás.

Morgause permaneció quieta observando como Jacobo se alejaba, con la certeza de que nunca más volvería a ver a su amante. En la superficie plateada del río, el reflejo de su rostro le devolvió una sonrisa satisfecha, tranquila.

-¿Maíz?-graznó el pájaro desde la rama. Morgause, que continuaba sonriendo se puso de pie despacio, encaminándose hacía la casa. El pájaro voló hasta su hombro. Con actitud soñadora, la bruja acariciaba despacio su vientre.

Al hilo de la iniciativa de "El cuentacuentos" Fotografía 1: Lucias_tears Fotografía 2:FaerieNymph

(Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.)

30 Se mojaron.

Anónimo dijo...

No es larga, es corta, o en todo caso, a mi se me ha hecho corta. Es nuestro poder femenino, el del bosque, el de las hierbas y el de los secretos. Bien por tu bruja, bien por ti y más que bien por la historia. Un beso.

Anónimo dijo...

Perfecta, la trama, las palabras, el ambiente...
En serio, una pasada tu relato, de lo mejor que ha pasado por Cuentacuentos, a mi parecer :)

Cam dijo...

Genial, has conseguido tejer muy bien la atmósfera, el paisaje y los personajes, tanto que lo he leído prácticamente sin darme cuenta.
Sigue escribiendo así que vas superándote con cada relato :K!

Un abrazo y por cierto, buen gusto con la canción de Incubus.

Pedro dijo...

Una narración fabulosa y los dialogos expléndidos .
Me has metido en la historia poco a poco ... Desde que el cuervo grita ¡Maiz! ¡Yo estaba en el bosque!
Creeme que siento envidia ¿Conseguiré hilar historias así algún día? :)

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Resulta difícil, no caer en el embrujo del relato. Dan ganas de pasar una noche con tu hechicera. Pero conciente. Plenamente conciente. para, así, no olvidarla jamás.

Roadmaster dijo...

Es el poder de las hijas de Gaia.

Anónimo dijo...

Wow niña, que pedazo de historia no?? Realmente me ha gustado mucho bastante!!

O sea que al final, Jacobo es violado por la bruja!!! Juassss que bruja tan rara... Me gusta mucho el lenguaje que usas para escribir, me envuelve y me sumerje en la historia con una facilidad pasmosa!

Ah! Curioso que el pajarraco hable jajaja, claro si es de una bruja....

Mi enhorabuena por el relato, no se si cada semana escribes mejor o seré yo que cada vez soy más adicto a tus historias.

PD: le hiciste "ojitos" a tu jefe??? jajajaja

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Historia genial y maravillosamente contada, como siempre!!
Y ya el final... cuando nos cuentas que ella se acarició el vientre... ¡INMEJORABLE! Después de todo era una broja, no? pues tampoco hay que ser tanto tonto y fiarse, este Jacobo... si es que... jejeje
Y ahora ya, que después de la ley anti-tabaco quieren meterle mano al vino... como lean tu historia, la van a querer usar como mensaje de protesta! ;P
Coñas aparte, te diré lo de siempre nena: que escribes de puta madre (¿se permiten tacos aquí? jeje) y que te sales del mapa semana tras semana!!!

P.D. ¿Larga? para nada!
Mil besos cuentista!

Roadmaster dijo...

Jajajaja está bieeen, si quieres látigo habrá látigo. Esta vez te lo había dejado pasar porque me había gustado mucho (y la foto es como los paisajes de mi adorada Finlandia, no me cuesta nada imaginarme esa historia junto a mi casa), pero el cuervo me ha chirriado un poco. Eres lo suficientemente buena construyendo mundos como para no necesitar elementos típicos de los caminos trillados (de acuerdo, un búho o un gato negro hubieran sido peores). ¡Olvídalos! Envuélvenos al 100 % en tu atmósfera, no dejes ni una hebra que nos permita encontrar el camino de vuelta a lo de siempre.
Y otra cosita: una vez que el mundo está creado, nos quedamos con las ganas de saber lo que pasa en él. Entiendo que la extensión de los posts no da para más, pero te animo a que por tu cuenta desarrolles las historias, los hechos, los acontecimientos. A ver si algún día podemos tener en las manos una novela de Tormenta ;-)

Anónimo dijo...

"tal vez algún día podáis volver..." y en ese instante un primer plano de ella, de su mirada mientras la banda sonora delata que es el momento supremo de una historia fantástica.Puede parecer extensa a la vista, craso error! porque tras el encantado bosque de palabras el tiempo transcurre veloz en una lectura que llegada al final desea no hacerlo y continuar leyendo!
Nada puede la espada contra el poder de una mujer decidida. Un placer siempre perderse en esta tormenta. Un abrazo!!

galafer dijo...

trama y secuencia perfecta, siempre me atrapas y no puedo parar de leer!!

Popi dijo...

Sí, Tormenta: el final deseado desde que llegó el jinete. He estado a punto de maldecirte por no concederle antes el niño a Morgause, pero creo que no he dudado que lo harías. Una mujer sola, en el claro de un bosque, con fama de bruja y un recuerdo transformado en cuenta pendiente... ¿ crees que dejaría escaparlo otra vez? Además, me has hecho recordar una conversación que he tenido varias veces con mi mejor amiga, y espero que, al menos, tenga la delicadeza de no dormirme y que pueda disfrutar del momento, aunque sólo sea del momento. ¿ O tú crees que Jacobo no siente ya nada por ella? ! Ah! !Perdón! Que está casado!...
Bueno, Gota de Lluvia, Cielo posiblemente también me lo hayan llamado, pero creo que Sol le gana en número de veces, así que te concedo el premio a la originalidad. Por eso, te regalo una rosa: dejemos que el reloj marque siempre la misma hora.

@--,-'-,---)---

El Peregryno dijo...

Me ha gustado cómo metes en la atmósfera al lector, casi se puede sentir el frío y luego la madera crepitando en el hogar.Pero me pregunto por qué la "bruja" duerme al otro, quizás solo quería ser madre soltera, y ya tenía bastante con el cuervo por pareja...

Anónimo dijo...

Escribes de ensueño!
Se me ha hecho corta la historia. Podía estar en aquella habitación, junto a la lumbre, viendo como Jacobo bebía de aquel vaso y como Morgause intentaba detener lo que su corazón le palpitaba.
Muy buena historia. La mejor que he leido!
Espero ver más como esta. Aquí me tienes clavado a tus palabras.

Mil besos del sabor del "vin chaude".

Hell.

Anónimo dijo...

Me ha encantado, y para nada larga! Si te dan ganas de que siga aún más!
Me ha gustado muchísimo esa imagen final de la bruja acariciando su vientre, y la mascota... es un cuervo-loro!!!

Escribes genial, el vocabulario utilizado, las imágenes que creas... todo el relato está muuuy conseguido.

Mil besitosss

Aracne dijo...

¿Te he dicho alguna vez que me encantan tus historias? Y como las narras... Siempre me dejas queriendo leer más.
¡Gracias por leerme en días sensibles!
Me emociona que te lleguen mis palabras, pues así puedes conocerme aunque sea un poquito al compartirlas.
¡Gracias!
P.d: Marea, Marea, Marea ^^

Anónimo dijo...

Es increíble lo bien que escribes... me he sentido en todo momento dentro de cada escena, igual que el cuervo hambriento de maíz. Está bonito lo del amor que hubo en el pasado y me gusta que ella decidiera no perder su libertad, es bonito aunque me parece triste a la vez.
Le confiere una magia muy especial la forma de hablar que tiene ella.
Me gusta mucho cómo escribes, a ver si el resto de semanas no dejo de pasarme a leerte.
Un besito desde mi mundo.

Anónimo dijo...

Para nada se hace larga, al contrario!
Engancha tanto desde el principio que es imposible soltarla. Tus palabras envuelven el clima que creas es tan real que como si de una película se tratara la veo.
Las imágentes vuelan por mi cabeza. La historia es genial y el final la hace aún más mágica.

Es un placer leerte.

mil besos

Jara

Anónimo dijo...

Precioso relato, me gusta, me gusta, me gusta. Es un cuento de hadas muy logrado, te felicito, y te animo a seguir llenando los lunes de cuentacuentos de magia, para pasarme yo a leerlos, es genial.

Un saludito.

Juanjo Montoliu dijo...

Una vez más, aunque con un día de retraso en la lectura, tu cuento semanal sigue enganchando. No se te terminan las ideas.
Pero hoy me he quedado preocupado: cuando bebo vino, y el ambiente es tal y como lo describes, con su hoguerita y algunos grados más de temperatura, me suelo dormir. Espero que no venga nadie a pedirme pruebas de ADN, porque lo de las brujas benefactoras me temo que se ha terminado.

Besos!

Roadmaster dijo...

Ey, yo de nuevo :-P Me gustaría comentar algunas cosillas más a fondo contigo, si tienes ganas, escríbeme a darkdreamranger@gmail.com (no me agregues al msn, que nunca me conecto con esa dire), porque de blog a blog se eternizaría la cosa. ¡Ánimoooo!

Anónimo dijo...

No me extraña que te hayan recomendado tanto. Tienes un talento especial para escribir. Describes a la perfección cada detalle y los diálogos son geniales. Mi enhorabuena ;)

nana dijo...

Mmmm.. que historia tan ambigua , creo que justo por eso me ha gustado, aunque no sé como interpretar algunas cosillas..

Entonces.. ¿era vino o no era vino? ¿le habrá "violado" Morgause? o son ideas raras fruto de mi subconsciente..

Besos Tormenta

tormenta dijo...

Niña :) si, era vino aunque con algún aliciente... y si, Morgause "violó" a Jacobo. Un besito

DjPixel dijo...

Coincido con uno de los comentarios, tienes talento, me gusta la forma, la oscuridad de tus letras, me gusta leerte, tiene una trama que envuelve...

Muaaaaa.

Anónimo dijo...

no me extraña que te recomienden tanto. Yo me esperaba una tórrida escena de reencuentro salpicada de promesas que los dos sabían que no iban a cumplir, pero que en ese momento lo más adecuado era formularlas.

¿maíz?

El mundo de Yas (Andrés) dijo...

Creo que coincido con todos al decir que escribes muy bien, que sabes dar atmosfera y vida a los personajes, que la historia me ha encantado, y que tienes mas que talento, por lo menos mas que yo seguro. agradecerte tu visita en mi blog, y voy a ponerte un enlace para que la gente te conozca mejor, creo que merece mucho la pena tu blog...

Andres (mundoyas)

Angeles dijo...

Excelente relato, mehas tenido prendida de principio a fin.

Abrazos muchos.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

hay brujas que me encantan.

MeDoRiO X dijo...

hola solo escribo para decirte que tu blogger esta poca madre