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jueves

anoche

La brisa nocturna acaricia mi cabello y dulcemente me obliga a abrir los ojos. Veo las estrellas, he paseado bajo ellas durante horas, y ahora descanso tumbada en la hierba mientras la luna tiñe de nieve mi piel. Respiro hondo… intentando llegar al estado Alfa; niveles superiores de consciencia… ya sabes. Uno, inspiro, dos, expiro, tres, inspiro, cuatro, expiro, cinco… me besas, siempre me cortas el rollo. Noto tus labios fríos como si la luna te hubiera estado besando y tú me hubieses devuelto ese beso.-Sonríe- dices, y yo te miro, escucho tu voz y no sonrío. No tengo porqué. Me doy cuenta al ver tus ojos que esto no es más que un sueño, que en este justo momento estoy durmiendo sola en mi pequeña cama y a la vez sigo atrapada en una alucinación consciente. Me remuevo entre las sábanas pero no puedo despertar. Me incorporo, y la hierba se vuelve pegajosa bajo mis dedos. Miro y veo mis manos verdes; las estrellas comienzan a caer vertiginosas desde el cielo y el bosque se convierte en un campo de batalla. Oigo gritos, alguien gime, conozco su voz y deseo con todas mis fuerzas correr a ayudarla, pero no se donde estoy y no reconozco de donde proviene el sonido. Aúllo tu nombre aterrada, hace unos segundos estabas sobre mi cuerpo pero la irrealidad del ensueño se revela y descubro que estoy tan sola en medio del caos como en mi propia cama. –Si al menos pudiera abrir los ojos un segundo, despertaría- Me pongo en pie y comienzo a andar sin rumbo; los árboles están ardiendo por todas partes y yo me siento helada de frío. Huyo del fuego hacía la oscuridad, y de pronto ésta lo absorbe todo, luces y sonidos, tan sólo resta un murmullo ahogado de explosiones que llega del exterior de ningún sitio, donde ahora me encuentro, y el sonido de mi respiración entrecortada. Tengo los pies mojados, tiemblo, me muevo torpemente en la negrura intentando no tropezar, con los brazos extendidos, siguiendo el repiqueteo de gotas de agua que pronto comienzan a caer sobre mi cuerpo, gélidas. Una luz hiere mis ojos. Corro hacía ella y tú estás ahí, en el centro de la nada, tranquilo como siempre, sentado con un libro en el regazo. Avanzo desesperada, me arrodillo, te abrazo.Grito y te pregunto, pero no haces caso de nada de lo que digo, solo me miras y me besas de nuevo. Ésta vez encuentro tus labios muy cálidos; los recibo perpleja pero acabo fundiéndome en ellos y busco tu lengua. Sigo mentalmente el recorrido de tus manos anticipándome a él, conociéndolo de sobra, rindiéndome y a la vez esperándolo con avidez. -¿Qué haces?- pienso- ahora no podemos… ¿No te das cuenta? esta ahí fuera, la he oído!- pero continúo besándote sin hacer nada para detener tu avance bajo mi ropa, gozando con la sensación de mi piel húmeda y fría bajo las yemas de tus dedos. Y sigo adelante terminando con la docilidad y alejando de mí el sentimiento de culpa que me paraliza las manos, con una mirada afilada. -Nada importa excepto lo que va a suceder- me digo. Y en mi cama, tras una descarga de luz por fin consigo abrir los ojos, y las sábanas son ahora tu piel sobre la que descanso. Me hago un ovillo como siempre, y cierro los ojos para volver a dormir, preguntándome, justo un instante antes de que el sueño vuelva a atraparme, si alguna vez seré capaz de vencer mi deseo y hacer lo que tengo que hacer.

Fotografía: Kedralynn (Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons.)

8 Se mojaron.

Anónimo dijo...

¿Como lo haces para narrar un sueño?
¿Como transportas las almas de los que leen dentro de una narracion onirica? Maravillosa...entre la noche y el alba en el borde mismo de la consciencia...donde crecen las empalizadas del sueño, donde todo se mezcla. Genial escrito tienes un don para llevar de la mano a tus lectores y a mi tu admirador dentro de los relatos.

Anónimo dijo...

Si cada sueño viniera acompañado de un beso, ¿quién quisiera despertar? Prefiero soñar y ser un vegetal que despertar y seguir hacia delante

La gata que no esta triste y azul dijo...

Maravilloso. Inquietante...

Anónimo dijo...

Encontre el lugar en el que Tormenta sigue tras sus sueños! me alegro mucho de volver a leerte!

Esta niña busbuja ehaba de menos tus escritos ...

Sigues escribiendo tan maravillosamente como antes...

Un besico y hasta pronto!

Anónimo dijo...

He llegado a tí porque leí en los comentarios de "Realidades inconclusas" que tú decías:
-sobre este texto de Demian te diré,que el abejorro común aerodinámicamente no puede volar, pero él no lo sabe.-
Eso me recuerda a la cita que tanto me gusta: "Lo consiguieron porque no sabían que era imposible".

Tu sitio aquí es alucinante, voy a curiosear un poco más.

Besos

Anónimo dijo...

creo que te lo dije al principio de conocerte..... ojala pudiese escribir como tu. Tienes un don increible para atrapar al lector en el mundo donde le quieres llevar. Este relato me ha encantado. Te ha salido muy bien describir un sueño... Sobre los sentimientos de culpa... Me sería muy fácil decir que no hagas lo que no debes. Pero yo misma he pasado por ello y la verdad... no me arrepiento, por que lo hice con el corazon, no por hacer daño.

Juanjo Montoliu dijo...

Impresionante el relato del sueño, y las diversas situaciones: cierto rechazo al principio, y después deseo irrefrenable, a pesar del sentimiento de culpa.

Un beso.

El Peregryno dijo...

Tormenta me las veo y me las deseo para encontrar una dirección de contacto suya para invitarla a formar parte del proyecto de la revista que estamos montando.Mi correo es roleander@hotmail.com,puede escribirme allí si le interesa la idea,que yo espero que sí.Un saludo aquí en donde busco la intimidad de sus escritos del pasado